¡Hola! Soy tu asistente virtual de MULTIPLAGAS. ¿En qué puedo ayudarte?
El verano en Madrid no solo multiplica las terrazas, el turismo y el movimiento en las calles. También incrementa la actividad de uno de los roedores más adaptables y peligrosos para la salud pública: la rata. Ya sea la rata parda (Rattus norvegicus) o la rata negra (Rattus rattus), su capacidad de adaptación les permite aprovechar el calor y la abundancia de alimento para expandir sus poblaciones.
Durante los meses cálidos, las ratas encuentran más restos de comida en calles, contenedores y zonas de hostelería al aire libre. La mayor actividad nocturna de personas y negocios favorece que tengan más acceso a recursos. Además, el calor reduce su necesidad de resguardarse en madrigueras profundas, lo que aumenta su presencia en patios, jardines y zonas cercanas a alcantarillado. Si a esto se le suma que en verano las obras y movimientos de tierra son más frecuentes, el resultado es claro: más avistamientos y mayor riesgo de infestación.
El peligro no se limita a lo desagradable de su presencia. Las ratas son portadoras de bacterias y virus responsables de enfermedades como leptospirosis, salmonelosis o hantavirus, y pueden contaminar alimentos y superficies con su orina y excrementos. En negocios de hostelería, supermercados o almacenes de alimentos, la detección de roedores puede suponer sanciones, cierres temporales e incluso la pérdida de licencias sanitarias.
Prevenir su entrada es fundamental. Sellar grietas y huecos en muros y puertas, mantener los contenedores de basura cerrados, limpiar restos de comida en zonas exteriores y controlar el acceso a almacenes son medidas básicas. En zonas con alta actividad, como cocinas industriales, muelles de carga o parques, es recomendable realizar inspecciones periódicas para detectar señales tempranas: madrigueras, marcas de roído, huellas o excrementos.
Cuando la infestación está presente, el control profesional es la única garantía real. En MULTIPLAGAS aplicamos un plan integrado de control de roedores que combina métodos mecánicos (trampas seguras), cebos rodenticidas en portacebos homologados, y medidas correctoras para eliminar los factores que favorecen su presencia. Todo ello cumpliendo con la normativa vigente y minimizando riesgos para personas, animales domésticos y fauna no diana.
Un caso reciente lo encontramos en un restaurante con terraza en la zona de Chamberí. Las ratas accedían desde la alcantarilla cercana y habían encontrado un punto de entrada bajo la barra exterior. Tras una actuación combinada de cierre estructural y colocación estratégica de dispositivos de control, el problema quedó resuelto y no se han vuelto a registrar avistamientos.
En verano, las ratas se mueven con más libertad y aumentan sus incursiones en busca de alimento. Si sospechas su presencia, actúa antes de que se conviertan en un problema mayor. Una intervención rápida no solo protege tu salud y la de tus clientes, sino también la imagen y reputación de tu negocio.
